Una entre tantas
Esa soy yo. Una pequeña flor creciendo
en el jardín del patio de tu casa.
A veces miro al cielo y pienso si seré especial,
si como yo hubo alguien que te quiso tanto,
que te amara.
Otras veces me quedo dormida y sueño
que esta noche de verano ha sido única, mágica.
Luego despierto con el olor de tus manos acariciándome
como quien cuida algo que se está extinguiendo.
Entonces sé que nuestro tiempo acaba.
en el jardín del patio de tu casa.
A veces miro al cielo y pienso si seré especial,
si como yo hubo alguien que te quiso tanto,
que te amara.
Otras veces me quedo dormida y sueño
que esta noche de verano ha sido única, mágica.
Luego despierto con el olor de tus manos acariciándome
como quien cuida algo que se está extinguiendo.
Entonces sé que nuestro tiempo acaba.
"UNA ENTRE TANTAS" - La Efímera Danza de una Flor Solitaria
ResponderEliminarEn "Una entre tantas", el poeta teje una narrativa delicada y melancólica que explora la vulnerabilidad de una pequeña flor en el vasto jardín de las emociones humanas. La metáfora de la flor, creciendo en el patio de la casa del destinatario, sugiere una conexión íntima pero al mismo tiempo efímera.
El tono nostálgico se establece desde el principio, cuando la narradora se identifica como una simple flor. La pregunta retórica sobre su singularidad y la posibilidad de haber sido amada profundamente antes revela una búsqueda de identidad y reconocimiento. La inseguridad de la flor, anhelando ser especial en el vasto jardín emocional, resuena con la universalidad de la búsqueda de significado en nuestras relaciones.
Los sueños de la flor, especialmente la descripción de una noche de verano única y mágica, añaden un toque de fantasía y escape a la poesía. Este elemento onírico contrasta con la realidad cruda que se revela más adelante en el poema. La transición de los sueños a la realidad, marcada por el despertar con el olor de las manos del destinatario, crea una disonancia emocional que refleja la brecha entre las expectativas y la verdad.
La imagen de las manos acariciando la flor como si estuvieran cuidando algo en peligro de extinción es particularmente poderosa. Este gesto, aunque lleno de ternura, sugiere la inevitabilidad de la desaparición, como si la relación estuviera destinada a llegar a su fin. La fragilidad de la flor y la percepción de su tiempo limitado crean una atmósfera de tristeza y resignación.
El cierre del poema, con la afirmación de que "nuestro tiempo acaba", es un golpe emocional que resonará en el lector. La brevedad de la vida de la flor en el jardín, junto con la anticipación del final, captura la esencia efímera de muchas relaciones y destaca la inevitabilidad de la pérdida.
En conclusión, "Una entre tantas" es una poesía que explora la búsqueda de significado en las relaciones, la tensión entre las expectativas y la realidad, y la efímera belleza de las conexiones humanas. Con su lenguaje lírico y su poderosa imaginería, el poeta logra transmitir la complejidad de las emociones en una relación que está destinada a desvanecerse con el inexorable paso del tiempo.