Desamor

Hay personas a las que parece que solo el desamor nos impulsa a seguir hacia delante y pisar aún más fuerte. Que el sufrimiento es necesario para progresar y descubrir las cosas buenas de la vida. Imprescindible para crecer y darte que cuenta de que has estado como aletargado, viviendo en un sueño del que no querías despertar porque es más fácil y más cómodo ignorar aquello que te hace infeliz que afrontar el miedo a estar solo.

Al final, la historia siempre es la misma. Da igual lo mucho que tú te entregues porque el egoísmo sale a la luz cuando la rutina o los problemas empiezan a hacer sombra a los sentimientos. Y te da mucha pena, por el tiempo perdido con una persona que no ha merecido tu amor. Ese amor que guardas como un preciado tesoro porque te hace sacar lo mejor de ti. Un sentimiento tan puro que te hace ver a la otra persona como el gran amor de tu vida, qué ironía.

Cuántas veces será necesario que me rompan el corazón. Cuántas personas tendrán que pasar por mi vida para que finalmente pueda creer que en verdad el amor todo lo puede. Porque sí, yo soy de las que piensa esa barbaridad. Si hay amor, no hay circunstancia o situación que pueda acabar con él. Por supuesto, siempre y cuando el sentimiento sea recíproco y de igual intensidad, lo cual sucede con relativa poca frecuencia o dura demasiado poco.

Todo esto no significa que el desamor solo traiga dolor. Con el tiempo empiezas a darte cuenta de los momentos buenos y valoras todo lo aprendido con esa persona que se marchó. Pero el coste siempre es alto y duele, unas veces más, otras menos, y te sientes tan mal que ya dudas si existirá alguien capaz de amarte con solo una mirada, alguien al que no le haga falta más que tu sonrisa para estar seguro de que removería cielo y tierra para estar contigo. 

Porque sí. Porque yo me merezco un amor loco que me haga perder la cabeza. Que se mueran por mis huesos, que me traten como a una princesa. Porque todo este sin sentido de amores y desamores me ha hecho aprender que yo merezco no algo mejor, sino todo lo mejor.

Terminemos con música, ésta nunca falla.